La gentrificación en la Ciudad de México: un fenómeno selectivo que excluye a las periferias
La gentrificación, un proceso de transformación urbana que implica la renovación y el desplazamiento de los residentes de bajos ingresos de un área, es un fenómeno que se está produciendo en muchas ciudades de todo el mundo, incluida la Ciudad de México.
Concentración en zonas céntricas
En la Ciudad de México, la gentrificación se concentra principalmente en zonas céntricas como Cuauhtémoc y Benito Juárez, donde abundan los servicios, el transporte y las atracciones culturales. Estas zonas han experimentado un aumento de la inversión, la revalorización de las viviendas y la llegada de nuevos residentes con mayores ingresos.
Exclusión de las periferias
Sin embargo, la gentrificación también ha tenido consecuencias negativas, particularmente para las comunidades de bajos ingresos en las periferias de la ciudad. Iztapalapa, una alcaldía densamente poblada con casi dos millones de habitantes, carece de la infraestructura y los servicios necesarios para atraer inversiones y mejorar la calidad de vida de sus residentes.
Como resultado, Iztapalapa queda fuera del proceso de gentrificación y sus habitantes enfrentan problemas como la escasez de agua, la falta de acceso a servicios de salud, el transporte ineficiente y la inseguridad.
Beneficios y preocupaciones
La gentrificación puede tener algunos beneficios, como el aumento del valor de las viviendas y el aumento de los ingresos fiscales. Sin embargo, también plantea preocupaciones sobre el desplazamiento, la exclusión y la pérdida del carácter de los barrios.
Perspectivas de futuro
Es importante abordar la gentrificación de manera integral, considerando tanto sus beneficios como sus impactos negativos. Se necesitan políticas y estrategias para mitigar el desplazamiento, promover la inclusión y garantizar que todos los residentes de la Ciudad de México tengan acceso a vivienda asequible y servicios esenciales.
"No toda la capital entrará en este proceso de gentrificación", afirma Enrique Soto, académico de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.