Los hábitos alimenticios de Okinawa: claves para una vida larga y saludable
Japón tiene la esperanza de vida más alta del mundo, y la isla de Okinawa se destaca por tener un número excepcional de centenarios. La nutricionista japonesa Michiko Tomioka, nacida en Okinawa pero residente en Estados Unidos, comparte los hábitos alimenticios que han contribuido a la longevidad de su pueblo.
El té verde, un básico para empezar el día
El té verde es una bebida esencial en la dieta japonesa. Tomioka recomienda comenzar el día con una taza de té matcha, rico en antioxidantes y otros compuestos beneficiosos para la salud. También es popular la ceremonia tradicional japonesa del té, conocida como chado, que implica preparar y servir té verde de manera ritualizada.
Algas marinas: un alimento versátil y nutritivo
Las algas marinas son un alimento básico en la cocina japonesa, y por una buena razón. Son bajas en calorías, altas en fibra y ricas en minerales como yodo, hierro y magnesio. Tomioka utiliza diferentes tipos de algas en sus comidas, desde sopas y ensaladas hasta postres veganos.
Legumbres: una fuente de proteína y fibra
Las legumbres, como la soja y los frijoles rojos, son otro alimento básico en la dieta japonesa. Son una fuente excelente de proteína, fibra y vitaminas del grupo B. Tomioka destaca los beneficios de la soja, que contiene isoflavonas, compuestos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Setas: un ingrediente medicinal
Las setas, como las shiitake, son otro alimento común en la cocina japonesa. Son ricas en vitaminas D y B, además de lentinano, un polisacárido con propiedades antiinflamatorias. Las setas se utilizan en sopas, salsas y otros platos.
Además de estos alimentos, Tomioka enfatiza la importancia de comer con intención y encontrar un propósito en la vida (ikigai). Estos principios contribuyen a un estilo de vida saludable y satisfactorio que puede promover una vida larga y plena.