El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, compareció ante las Cortes Valencianas para dar explicaciones sobre la gestión de la DANA que asoló la región hace 17 días y se saldó con 217 víctimas mortales. Sin embargo, sus declaraciones no han aportado respuestas convincentes a las dudas sobre su actuación.

Falta de concreción

Mazón ha reconocido errores en tres ocasiones, pero en la mayoría de los casos no ha aclarado cuáles fueron. Ha admitido que borró un mensaje en redes sociales sobre la moderación de las lluvias porque podía resultar confuso, y ha reconocido la magnitud de lo ocurrido y la necesidad de aprender de los errores.

No obstante, no ha asumido ninguna responsabilidad personal ni ha anunciado consecuencias para los responsables de la gestión de la DANA. Ha anunciado la creación de una vicepresidencia para la reconstrucción y una consejería de Emergencias, pero no ha especificado si cesará a algún cargo.

Disculpas a medias

Mazón ha pedido disculpas a quienes se sintieron abandonados, pero su disculpa ha sido a medias, sin reconocer su propia responsabilidad. Ha justificado su mantenimiento de la agenda pese a las alertas de nivel rojo por el tráfico y ha evitado mencionar su almuerzo de tres horas o su tardanza en incorporarse a la reunión de coordinación de emergencias.

Responsabilidades compartidas

Mazón ha tratado de expandir las responsabilidades a otras instituciones, señalando al Gobierno de España, la excepcionalidad del episodio climático y un fallo generalizado del sistema. Ha afirmado que se hizo lo mejor que se pudo con los recursos disponibles, pero ha admitido que no fue suficiente.

Futuro incierto

Mazón ha asegurado que su permanencia en el cargo dependerá del triunfo de la reconstrucción, en la que la Generalitat invertirá 200 millones de euros y solicitará otros 31.000 millones al Gobierno.

“Si no soy capaz de liderar la recuperación, no optaré a la reelección”, ha afirmado.

Reacciones

Las declaraciones de Mazón no han convencido a la oposición, que ha pedido su dimisión. El PP ha permanecido en silencio, lo que se interpreta como una señal de apoyo al presidente valenciano.