Deporte, rosario y fármacos: denuncian técnicas para "curar" la homosexualidad en un centro católico de Valencia
El Centro de Orientación Familiar (COF) Mater Misericordiae, una asociación de fieles de Valencia, prometía "sanar" la homosexualidad con un cóctel de oración, deporte, psiquiatras, fármacos inhibidores del impulso sexual e internados, según documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS.

Un juzgado de Valencia instruye una querella presentada por el enfermero Javier Martínez Cal, de 28 años, contra la cúpula del movimiento Es Posible la Esperanza, el paraguas asociativo de ámbito nacional al que pertenecía el presidente del COF, el profesor de inglés Federico Mulet, y entidades católicas.
El Arzobispado de Valencia suspendió esta semana al centro y "aceptó" la dimisión de su máximo responsable.

La víctima de esta historia y paciente de Mulet sostiene que la jerarquía de la Iglesia alentaba el tratamiento.
"Participé en actividades que acababan con una misa privada de Juan Antonio Reig Pla [arzobispo de Alcalá de Henares (Madrid) entre 2009 y 2022]. Nos decía que estaba formando un ejército contra la ideología de género. Que éramos los elegidos. Según él, Dios selecciona a sus mejores para las peores batallas”, recuerda serio Martínez Cal.

Una terapia sin rigor científico
El relato de Martínez Cal, que asistió por primera vez a una reunión con Mulet en 2014, cuando tenía 18 años, arranca con una batería de preguntas sobre su vida sexual, ahondando en fantasías y hábitos de masturbación.
Mulet le garantiza que la atracción por un hombre se puede "curar" a través de un "itinerario de maduración", asegurando que la "vida gay" es la antesala de un camino demoníaco repleto de infelicidad y enfermedad.
El profesor recomienda a Martínez Cal rezar el rosario o practicar deporte para controlar sus deseos sexuales, y le insiste en que la abstinencia es la mejor vía para alejarse de la atracción por el mismo sexo.
Mulet también le recomienda ponerse en contacto con un psiquiatra de Málaga, responsable en Andalucía del movimiento de conversión, con quien mantiene sesiones quincenales de terapia a través de Skype.
Además, participa durante seis meses en 2018 en un internado en un convento en el municipio cántabro de Ruiloba, donde se llega a rapar la cabeza como gesto purificador.
Fármacos para inhibir el deseo sexual
Tras cuatro años y medio sin "sanación", Mulet le recomienda a Martínez Cal dar un paso al frente: tomar fármacos que tienen como efecto secundario la inhibición del deseo sexual.
El joven se planta y decide salir finalmente del "pozo" de la terapia, concluyendo que esa etapa vital le causó un reguero de daños: ruptura familiar, soledad, homofobia, pérdida de peso, depresión, baja autoestima y autolesiones.
Un juzgado de Valencia instruye una querella contra Mulet, otras diez personas y seis instituciones -entre las que se encuentra la Diócesis de Alcalá de Henares (Madrid)- por atentar contra un colectivo protegido, dirigir una organización criminal y delito contra la integridad moral.
Las leyes LGTBI estatal de 2023 y la valenciana de 2019 prohíben las falsas terapias de conversión.
El promotor de la querella, el abogado Saúl Castro, presidente de la asociación No Es Terapia, asegura que la investigación de Valencia supone el primer paso para "acabar con la impunidad de unas prácticas que atentan contra el colectivo LGTBI".