Microplásticos

Investigadores descubren que los microplásticos pueden aumentar la resistencia de bacterias a antibióticos, agravando la crisis de salud global.

Un estudio de la Universidad de McGill revela que las bolsitas de té, tanto de papel como de plástico, liberan microplásticos en el agua. Aunque se necesitan más investigaciones, se recomienda preferir las bolsitas de papel y evitar el calor o la luz solar para reducir la exposición.

La empresa gallega Ibérica de Esponjas Vegetales cultiva y procesa luffa, una esponja vegetal que es biodegradable y compostable. La empresa utiliza técnicas de cultivo y procesamiento respetuosas con el medio ambiente y no emplea plástico en sus productos.

Los microplásticos, partículas de plástico de menos de 5 milímetros, se infiltran en los alimentos y tienen efectos negativos en la salud humana y el medio ambiente. Contienen químicos dañinos, pueden alojarse en órganos y contribuir a la contaminación.

Los microplásticos son diminutas partículas de plástico que contaminan nuestros alimentos y bebidas. Descubre qué alimentos son más propensos a contenerlos y cómo reducir tu exposición para proteger tu salud.

Los microplásticos pueden afectar la memoria y el funcionamiento del cerebro, según un estudio científico reciente. Los hallazgos indican que estas diminutas partículas pueden provocar obstrucciones en los capilares cerebrales, lo que reduce el flujo sanguíneo hacia el cerebro y afecta su rendimiento cognitivo.

Un estudio innovador ha detectado niveles preocupantes de microplásticos en las placentas de bebés prematuros, lo que sugiere una acumulación progresiva y posibles riesgos para la salud.

Investigadores españoles y portugueses desarrollan un modelo matemático para seguir el movimiento de microplásticos en ecosistemas marinos, lo que puede ser útil para el seguimiento de vertidos contaminantes.

Las llantas de los automóviles son un contribuyente importante a la contaminación por microplásticos, representando el 28% de las partículas plásticas que llegan a los océanos. Este problema requiere un enfoque integral que incluya medidas políticas, investigación y tecnología para encontrar soluciones innovadoras.

Estudios revelan la presencia de microplásticos en el cerebro humano, planteando preocupaciones sobre los posibles efectos en la salud. La vía olfativa parece ser una ruta principal de entrada, y los expertos piden medidas para reducir la contaminación plástica.

Investigación revela que microplásticos contaminan parques nacionales del Caribe colombiano, poniendo en riesgo ecosistemas y especies marinas.

El consumo de agua embotellada contiene niveles más altos de microplásticos que el agua del grifo, lo que genera preocupaciones sobre posibles riesgos para la salud, aunque se necesitan más estudios para determinar su impacto.

Juana Viale se embarca en una aventura científica para estudiar los microplásticos en los océanos y concientizar sobre su impacto en el medio ambiente.