¿Vivir 100 años: genes o estilo de vida?

Alcanzar la longevidad extrema de 100 años o más es un objetivo que intriga a muchos. Este logro es el resultado de una combinación fascinante de factores genéticos y hábitos de vida saludables.

Si bien adoptar un estilo de vida saludable puede prolongar nuestra vida, ¿qué papel juegan realmente los genes en este proceso? Helen Reichert, quien vivió hasta los 110 años, fumó cigarrillos durante gran parte de su vida. Curiosamente, los médicos que le aconsejaron dejar este hábito murieron mucho antes que ella, lo que destaca lo poco convencionales que pueden ser los hábitos de algunas personas longevas.

El estilo de vida importa para llegar a los 80 o 90 años

Los estudios demuestran que seguir ocho hábitos saludables, como una dieta equilibrada, ejercicio regular, sueño reparador, manejo del estrés y evitar fumar o beber alcohol en exceso, puede alargar la vida hasta 24 años.

La genética cobra importancia para llegar a los 100 años

Sin embargo, cuando se trata de llegar a los 100 años, los genes comienzan a desempeñar un papel más importante. Según el Dr. Thomas Perls, los genes determinan aproximadamente el 25% de nuestra longevidad, pero esta influencia puede alcanzar hasta el 75% en centenarios.

Las personas que llegan a los 100 años suelen compartir variantes genéticas poco comunes, como el gen FOXO3 (asociado con la salud celular) y el gen APOE2 (que reduce el riesgo de enfermedades como el Alzheimer), que son más frecuentes en familias longevas.

Curiosamente, estas familias pueden mantener hábitos poco saludables (como fumar) y evitar enfermedades comunes relacionadas con la edad. Esto sugiere que ciertos genes ofrecen una protección única contra el envejecimiento y las enfermedades.

Sin embargo, solo un pequeño porcentaje de la población tiene estos genes de longevidad, por lo que la mayoría no podemos depender de la suerte genética. Por lo tanto, los expertos enfatizan la importancia de mantener hábitos saludables como base para una vida larga y de calidad.

Conclusión: equilibrio entre genes y estilo de vida

Aunque tener una predisposición genética a vivir mucho tiempo es ventajoso, las elecciones de estilo de vida siguen siendo cruciales para maximizar la salud y el bienestar. El mensaje es claro: vive saludablemente, pues nunca sabes si contarás con una pequeña ayuda adicional de tus antepasados.

"Adoptar un estilo de vida saludable sigue siendo la clave para una vida más larga y plena. Y aunque los hábitos poco comunes de algunas personas longevas pueden sorprendernos, no debemos olvidar que es posible que hayan tenido un 'premio mayor' genético que no todos compartimos". - Dr. Nir Barzilai

Según los estudios consultados, los genes son responsables de aproximadamente el 25% de nuestra longevidad, pero esta influencia puede alcanzar hasta el 75% en centenarios. Por lo tanto, tanto la genética como el estilo de vida son factores determinantes para alcanzar la longevidad extrema.